La ECA: una oportunidad para aprender y ganar

La ECA: una oportunidad para aprender y ganar

Foto, CRS

Foto, CRS

-Escrito por Jorge Martínez, CRS, Nicaragua –

Matías Ochoa Zamora es un productor de café de la comunidad de El Roblar, del municipio de San Ramón Matagalapa, Nicaragua.  Hoy blogueamos su “cambio más significativo” con Cosecha Azul.

Matías es un productor muy activo que participa en el proceso de fortalecimiento de sus conocimientos a través de una Escuela de Campo para Agricultores (ECA) en el cultivo de café. Nos explica que hace más de un año “…recibí la visita del técnico de la UCA San Ramón en mi casa con la intención de invitarme a participar en una ECA que se iba a desarrollar en la comunidad…y me interesé porque había una situación de precios de café muy bajos e insumos muy caros, por eso pensé en la posibilidad de producir mis propios productos para combatir la enfermedad del ojo de gallo (Mycena citricolor)”.

Matías nos comenta que existen otros técnicos de empresas que atienden a los productores, pero que no manejan el mismo enfoque que los técnicos de Cosecha Azul, en el sentido de que “el técnico de las empresas recomienda solo agroquímicos que son muy caros.”

En la ECA de Cosecha Azul, Matías aprendió a elaborar los caldos “…no volví a comprar productos agroquímicos para combatir el ojo de gallo que afecta mucho en la parte alta de mi parcela.  Inicié a aplicar caldo sulfocálcico y el cambio de la planta es muy bueno. Me enfoqué en aprender a elaborar los foliares en las ECA… Otras cosas que aprendí fue el estimado de cosecha y prácticas como la siembra de cannavalia que se siembra, se corta o poda para incorporar en la calle del café y controla la maleza. Esto me permite ahorrar en el pago de mano de obra para la limpia de las malezas.”

“…Los productos fungicidas foliares me han dado muy buenos resultados y mejoran la economía del dinero. Por ejemplo, un producto para controlar el ojo de gallo vale 1935 córdobas (65 dólares aproximadamente) el litro para 4 manzanas y en una ECA hicimos la cuenta de que con cuatro litros de sulfocálcico se gasta unos 70 córdobas (2.5 dólares aproximadamente) y de caldo bordelés puedo gastar 146 córdobas (5 dólares aproximadamente) y se puede controlar el ojo de gallo más barato y más rápido. Y claro que se mira el efecto, esto le permite a uno tener menos deudas y no tener que ir a pedir crédito… la mayoría de productores están interesados en saber cómo funcionan estos caldos contra la roya, nada más que uno es preventivo (el bordelés) y el otro es curativo (el sulfocálcico)…”

Uno de los aspectos fundamentales y destacados de esta importante historia es el impacto que ha tenido en la economía del productor estas prácticas, como lo explica él, de manera pausada “… el año pasado se me perdió como el 35% de la cosecha por ataque del ojo del gallo lo que equivale a unos 80 quintales, pero este año con la aplicación de caldo fue una pérdida de unos 10 quintales aproximadamente…”

Este aspecto económico es quizás el más importante que deben comprender los técnicos y los productores para poder lograr una eficiente adopción de las prácticas y aumentar la productividad de las fincas.