CRS invierte, a través de los ITC, en la formación de los jóvenes con instituciones territoriales

CRS invierte, a través de los ITC, en la formación de los jóvenes con instituciones territoriales

Efraín Mejia y su padre, el productor Camilo Mejía, aldea San Lorenzo, Candelaria, Lempira, Honduras. Foto CRS / Oscar Leiva

Efraín Mejia y su padre, el productor Camilo Mejía, aldea San Lorenzo, Candelaria, Lempira, Honduras. Foto CRS / Oscar Leiva

-Entrevista a los técnicos de COCEPRADIL en Lempira Sur, Honduras-

En Lempira Sur, la restauración del paisaje a lo largo de estos 20 años ha sido posible, sin duda, gracias a muchos factores; pero el trabajo con los ITC (Institutos Técnicos Comunitarios de educación media), su labor y su enfoque, sea probablemente uno de estos factores. Hoy queremos compartir el testimonio de nuestros compañeros sobre algunos impactos de esta experiencia  (en este documento pueden encontrar más información sobre la formación y la propuesta pedagógica de los ITC).

Los ITC al rescate de la agricultura de secano

Veinte años después de su origen, en Lempira Sur, CRS trabaja en colaboración con los ITC fortaleciendo la capacidad de los recursos humanos en los institutos. Los ITC se alinean con la propuesta del programa ASA y CRS capacita a alumnos y técnicos en agricultura de conservación y manejo integrado de la fertilidad. Los ITC ofrecían y ofrecen un bachillerato en agricultura y recursos naturales. Trabajan en coordinación con otros actores locales para el rescate de la agricultura de secano en la zona y han desarrollado desde sus orígenes tareas de extensión en la comunidad, esto forma parte de su ADN. Muchos jóvenes egresados de estos ITC lograron, años más tarde, licenciarse. La mayoría de ellos retornaron a trabajar en la zona con un conocimiento profesional y del contexto muy valioso para sus comunidades.

Una cantera de jóvenes técnicos que profesionalizan la agricultura

En CRS varios de los técnicos con los que trabajamos son egresados del ITC. Algunos, como Efraín, hijo de campesinos, hoy forman parte de nuestro equipo de extensionistas.  Efraín Mejía trabaja con los agricultores de la zona y precisamente su padre forma parte de uno de sus grupos de productores. Otros, como Joel Edgardo Alemán, retornaron a la comunidad como profesores del ITC, allí recibieron capacitación de CRS y hoy trabajan con nosotros como técnicos de nuestro socio COCEPRADIL. Quizá esta continuidad y la inversión en la formación de los jóvenes sea una de las claves que andamos buscando.

Una perspectiva apegada a la realidad

Efraín nos comenta aspectos interesantes sobre su experiencia. Por ejemplo, valora muy positivamente la preparación previa que recibió en el ITC, de manera que “Cuando llegamos a la universidad, la experiencia que llevábamos fue importante por las clases que habíamos recibido en el ITC. Llevábamos más fortaleza porque en el ITC eran ingenieros egresados y nos formaron bien.” En efecto, Efraín es consciente de que la experiencia en el ITC enfocó sus estudios posteriores en una perspectiva más apegada a la realidad: “De hecho, eran pocos en la universidad los que sabían sobre la producción en laderas. En la universidad la gente provenía de otras zonas. Se estaban formando agrónomos que no eran muy conscientes de las condiciones de la ladera. Cuando yo traía a los amigos acá, se daban cuenta de la realidad de estos productores.”

Para Joel, como egresado y profesor, los ITC fueron y son: “una experiencia bonita porque cuando uno se formó ahí, uno conoce. La lógica se ve en el trabajo con productores. Se trabaja con el «aprender haciendo». En el ITC los conocimientos frescos que uno trae de la universidad trata de transmitirlos al estudiante y trata de motivar al estudiante para que no se quede solo en la educación media”. De manera que los ITC pudieron suponer un incentivo no solo para lograr una juventud más formada, sino para profesionalizar la agricultura con agrónomos nacidos en la zona y con la capacidad de aplicar sus conocimientos.

La apuesta por una agricultura sostenible

Joel coincide con su compañero Efraín cuando valora su experiencia previa en el ITC al llegar a la universidad, especialmente cuando los ITC  difunden prácticas sostenibles e innovadoras con las que otros estudiantes no han tenido contacto: “En la universidad todavía había muchos que pensaban que quemar era una buena opción, pero nosotros desde el ITC ya íbamos concienciados. En la universidad muchos desconocían el tema del rastrojo y el manejo de la humedad en el suelo.”

La labor de extensión de los ITC

La fórmula con la que se diseñaron estos ITC pretendía extender su labor formativa fuera del instituto y por ello fueron concebidos de manera que el proceso de formación concluía en tareas de extensión que se irradiaban desde el ITC, como nos explica Joel: “La extensión se ha venido practicando desde los inicios del ITC (…) Lo consideraron así para que el estudiante en su práctica profesional pudiera ir a enseñar y a la vez aprender (…) Y la idea era compartir, aprender en ambas vías, tanto del estudiante como del productor, y de esa manera se trabaja”. Hoy en día continúa la extensión desde los ITC como cuenta Joel: “La tarea de extensión en el ITC es muy buena, lógicamente el estudiante va a aprender del productor. No todos son hijos de productores (…) No hay lineamientos del tipo “así es como hay que trabajar”. Cuando el productor ya empieza a querer tomar decisiones en tecnologías que el ITC promueve, es cuando se comienza a innovar”.

Para Efraín esta visión de extensión es clave: “Y también la formación con productores marcó la diferencia porque en el ITC (como parte de las tareas de extensión) nos asignaban 3 productores (…) Nosotros desarrollamos un plan de finca con mi papa y otro señor que tenía la parcela cerca. (…) Es bonita la experiencia que adquiere uno con productores porque cuando uno está estudiando adquiere mucho conocimiento, pero al aplicarlo en la realidad del campo aprende más con los productores:”

El testimonio de los productores, como Francisco Enríquez, también recuerda la labor de los ITC: “Yo a lo personal mío empezaron a trabajar conmigo las primeras promociones del ITC, ellos empezaban a hacer las prácticas con nosotros”. Esta experiencia nos inspira para seguir trabajando en el fortalecimiento de las capacidades locales y en coordinación con instituciones asentadas en el territorio, como pretendemos continuar haciendo.